Evolución del mercado de trabajo de Mar del Plata durante el período 2016-2022
Título
Evolución del mercado de trabajo de Mar del Plata durante el período 2016-2022
Descripción
En este estudio se analiza la evolución del mercado de trabajo de Mar del Plata durante el período 2016-2022. Con el fin de que se pueda solapar con el análisis realizado en el Segundo Informe de Monitoreo Ciudadano, se incluyen datos desde 2014 o 2015, según la disponibilidad de la fuente de datos. Para ello, se utilizan un conjunto de indicadores que permiten brindar una explicación de la dinámica acontecida durante los períodos prepandemia, pandemia y pospandemia. Las fuentes de datos utilizadas son: la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) en base al procesamiento realizado por el OEDE del MTEySS. En los indicadores que correspondan se menciona la relación con la lista oficial de Naciones Unidas para monitorear los ODS.
El texto se divide en cuatro secciones. En la primera sección, se presentan las definiciones de los principales conceptos necesarios para el cálculo de las tasas básicas de mercado de trabajo (tasa de actividad, de empleo, de subocupación y de desocupación), lo que permite determinar el alcance de estos indicadores.
En la segunda sección, se analiza la tendencia de esas tasas durante 2014 y 2022. Los resultados dan cuenta de que en la etapa de 2016 a 2019 se generó un deterioro del mercado de trabajo. Se destacó un crecimiento de mayor proporción del empleo informal -por efecto trabajadora adicional- que del empleo formal y sobre el final de la etapa se desencadenó la denominada crisis prepandemia con caída del empleo y aumento de la desocupación. En 2020 y 2021 por efecto de la pandemia se genera una nueva crisis que profundiza la anterior, con caída del empleo a mínimo histórico y aumento de la desocupación durante el primer año y recuperación y reconfiguración durante
el segundo año. Finalmente, en 2022 continúa la recuperación en un contexto de pospandemia.
En la tercera sección, se analiza la evolución de las tasas específicas por sexo definidas para la población de 14 y más años. Esto permite: visibilizar las diferencias de participación entre mujeres y varones en el trabajo remunerado y analizar los cambios que se generan frente a situaciones de crisis o bien
con caídas del poder adquisitivo de los ingresos familiares.
A lo largo de la etapa prepandemia el efecto trabajadora adicional sucedió con diferente intensidad entre 2016 y 2019, prevaleciendo por sobre el efecto trabajador desalentado. Es decir, la participación (o tasa de actividad) de las mujeres creció en casi todos los trimestres y la de los varones fue variable.
Sin embargo, el empleo femenino creció entre 2017 y el tercer trimestre de 2018. En el resto del período (al comienzo y al final) el empleo cae, lo que implica que el aumento de la participación de las mujeres fue como desocupada. Esto indica claramente que a principios de 2016, frente a la caída del poder de compra de los ingresos y el aumento de la tasa de desocupación de jefes de hogar, las mujeres que no realizaban un trabajo remunerado
salieron a buscar trabajo para cubrir o complementar los ingresos del hogar. Luego, desde el comienzo de 2017 hasta mediados de 2018, abandonan la búsqueda para insertarse laboralmente en alguna actividad, que por lo general es precaria y/o del sector informal urbano (efecto trabajadora adicional). Desde el cuarto trimestre de 2018 en adelante, las mujeres comienzan a perder
esos empleos y pasan a engrosar las filas de la desocupación.
Durante la etapa de pandemia, cayó el empleo y la actividad al tiempo que aumentó la desocupación tanto para mujeres como varones. Sin embargo, en Mar del Plata como en Argentina y en otros países de la región (BID, 2021), durante el segundo trimestre de 2020 cae en mayor proporción el empleo de varones, mientras que la recuperación fue más lenta para las mujeres, en particular a partir del cuarto trimestre de 2020. Las razones detrás de este fenómeno pueden ser tanto desde el lado de la oferta como de la demanda de trabajo. Por un lado, la suspensión de clases presenciales implicó un aumento del tiempo dedicado al cuidado por parte de las mujeres, quienes ya poseían una mayor carga en la distribución intrahogar. Esto podría haber generado que una proporción de ellas no pueda reincorporarse en las actividades
laborales. Por otro lado, y sumado a lo anterior, las pérdidas de empleo se concentraron mayormente en sectores de alta empleabilidad femenina, como hoteles y restaurantes, comercio y servicio doméstico. Estas ramas, en especial la primera, tuvieron una lenta recuperación y, por ende, la demanda de empleo sobre el final del año 2021 continuaba en niveles muy bajos.
Durante la etapa de pospandemia continuó aumentando el empleo para mujeres y varones al mismo tiempo que la desocupación descendió a niveles muy bajos. Los niveles alcanzados por las tasas básicas recuperaron el valor alcanzado en la prepandemia, incluso se encuentran en un nivel adecuado para Mar del Plata.
Por último, en la cuarta sección se presenta la evolución de la informalidad y del empleo no registrado y registrado. Durante la primera fase de la etapa prepandemia la informalidad se mantuvo en un valor similar al promedio alcanzado entre 2014 y 2015 (45%). Sin embargo, en las fases siguientes continuó ascendiendo hasta llegar a un máximo del 49,3% en el tercer trimestre de 2018. El periodo 2015 y 2019 se caracterizó por una destrucción
de puestos de trabajo registrados del sector privado: sólo en 11 de los 48 meses hubo crecimiento interanual del empleo, durante el resto de los meses el empleo cayó a razón del 1,5% mensual interanual en promedio, con disminuciones que llegaron al 3,1% en enero de 2019. De esta manera se pasó de 132.377 empleos en diciembre de 2015 a 124.725 en diciembre de 2019.
En la etapa de la pandemia, con el establecimiento del ASPO el empleo informal cae a mínimos históricos durante el segundo trimestre de 2020. Por su parte, el empleo privado registrado disminuyó en menor proporción, con caídas que llegaron a -4,8% en agosto de 2020. Una vez que se fueron levantando las restricciones a la movilidad, el empleo informal se fue recuperando llegando en la pospandemia a un nivel levemente superior al alcanzado en 2018-2019. También el empleo registrado creció significativamente, llegando casi a recuperar el nivel prepandemia, con 131.423 puestos de trabajo registrados en diciembre de 2021. Es decir, el impacto inmediato de la pandemia y el ASPO se dio en mayor medida sobre los grupos poblacionales que habían ganado
participación en la etapa anterior, debido a que son los más desprotegidos. Esta es una de las razones por las cuales en Mar del Plata el impacto fue mayor durante las fases 1 y 2 del ASPO, es decir, por la mayor proporción de empleo informal que se había generado en la prepandemia. Y también por eso mismo la fase de recuperación da cuenta que la polarización laboral aún continuó creciendo.
El texto se divide en cuatro secciones. En la primera sección, se presentan las definiciones de los principales conceptos necesarios para el cálculo de las tasas básicas de mercado de trabajo (tasa de actividad, de empleo, de subocupación y de desocupación), lo que permite determinar el alcance de estos indicadores.
En la segunda sección, se analiza la tendencia de esas tasas durante 2014 y 2022. Los resultados dan cuenta de que en la etapa de 2016 a 2019 se generó un deterioro del mercado de trabajo. Se destacó un crecimiento de mayor proporción del empleo informal -por efecto trabajadora adicional- que del empleo formal y sobre el final de la etapa se desencadenó la denominada crisis prepandemia con caída del empleo y aumento de la desocupación. En 2020 y 2021 por efecto de la pandemia se genera una nueva crisis que profundiza la anterior, con caída del empleo a mínimo histórico y aumento de la desocupación durante el primer año y recuperación y reconfiguración durante
el segundo año. Finalmente, en 2022 continúa la recuperación en un contexto de pospandemia.
En la tercera sección, se analiza la evolución de las tasas específicas por sexo definidas para la población de 14 y más años. Esto permite: visibilizar las diferencias de participación entre mujeres y varones en el trabajo remunerado y analizar los cambios que se generan frente a situaciones de crisis o bien
con caídas del poder adquisitivo de los ingresos familiares.
A lo largo de la etapa prepandemia el efecto trabajadora adicional sucedió con diferente intensidad entre 2016 y 2019, prevaleciendo por sobre el efecto trabajador desalentado. Es decir, la participación (o tasa de actividad) de las mujeres creció en casi todos los trimestres y la de los varones fue variable.
Sin embargo, el empleo femenino creció entre 2017 y el tercer trimestre de 2018. En el resto del período (al comienzo y al final) el empleo cae, lo que implica que el aumento de la participación de las mujeres fue como desocupada. Esto indica claramente que a principios de 2016, frente a la caída del poder de compra de los ingresos y el aumento de la tasa de desocupación de jefes de hogar, las mujeres que no realizaban un trabajo remunerado
salieron a buscar trabajo para cubrir o complementar los ingresos del hogar. Luego, desde el comienzo de 2017 hasta mediados de 2018, abandonan la búsqueda para insertarse laboralmente en alguna actividad, que por lo general es precaria y/o del sector informal urbano (efecto trabajadora adicional). Desde el cuarto trimestre de 2018 en adelante, las mujeres comienzan a perder
esos empleos y pasan a engrosar las filas de la desocupación.
Durante la etapa de pandemia, cayó el empleo y la actividad al tiempo que aumentó la desocupación tanto para mujeres como varones. Sin embargo, en Mar del Plata como en Argentina y en otros países de la región (BID, 2021), durante el segundo trimestre de 2020 cae en mayor proporción el empleo de varones, mientras que la recuperación fue más lenta para las mujeres, en particular a partir del cuarto trimestre de 2020. Las razones detrás de este fenómeno pueden ser tanto desde el lado de la oferta como de la demanda de trabajo. Por un lado, la suspensión de clases presenciales implicó un aumento del tiempo dedicado al cuidado por parte de las mujeres, quienes ya poseían una mayor carga en la distribución intrahogar. Esto podría haber generado que una proporción de ellas no pueda reincorporarse en las actividades
laborales. Por otro lado, y sumado a lo anterior, las pérdidas de empleo se concentraron mayormente en sectores de alta empleabilidad femenina, como hoteles y restaurantes, comercio y servicio doméstico. Estas ramas, en especial la primera, tuvieron una lenta recuperación y, por ende, la demanda de empleo sobre el final del año 2021 continuaba en niveles muy bajos.
Durante la etapa de pospandemia continuó aumentando el empleo para mujeres y varones al mismo tiempo que la desocupación descendió a niveles muy bajos. Los niveles alcanzados por las tasas básicas recuperaron el valor alcanzado en la prepandemia, incluso se encuentran en un nivel adecuado para Mar del Plata.
Por último, en la cuarta sección se presenta la evolución de la informalidad y del empleo no registrado y registrado. Durante la primera fase de la etapa prepandemia la informalidad se mantuvo en un valor similar al promedio alcanzado entre 2014 y 2015 (45%). Sin embargo, en las fases siguientes continuó ascendiendo hasta llegar a un máximo del 49,3% en el tercer trimestre de 2018. El periodo 2015 y 2019 se caracterizó por una destrucción
de puestos de trabajo registrados del sector privado: sólo en 11 de los 48 meses hubo crecimiento interanual del empleo, durante el resto de los meses el empleo cayó a razón del 1,5% mensual interanual en promedio, con disminuciones que llegaron al 3,1% en enero de 2019. De esta manera se pasó de 132.377 empleos en diciembre de 2015 a 124.725 en diciembre de 2019.
En la etapa de la pandemia, con el establecimiento del ASPO el empleo informal cae a mínimos históricos durante el segundo trimestre de 2020. Por su parte, el empleo privado registrado disminuyó en menor proporción, con caídas que llegaron a -4,8% en agosto de 2020. Una vez que se fueron levantando las restricciones a la movilidad, el empleo informal se fue recuperando llegando en la pospandemia a un nivel levemente superior al alcanzado en 2018-2019. También el empleo registrado creció significativamente, llegando casi a recuperar el nivel prepandemia, con 131.423 puestos de trabajo registrados en diciembre de 2021. Es decir, el impacto inmediato de la pandemia y el ASPO se dio en mayor medida sobre los grupos poblacionales que habían ganado
participación en la etapa anterior, debido a que son los más desprotegidos. Esta es una de las razones por las cuales en Mar del Plata el impacto fue mayor durante las fases 1 y 2 del ASPO, es decir, por la mayor proporción de empleo informal que se había generado en la prepandemia. Y también por eso mismo la fase de recuperación da cuenta que la polarización laboral aún continuó creciendo.
Materia
Editor
Mar del Plata Entre Todos
Fecha
2023
Derechos
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
Idioma
Español
Identificador
ISBN 978-987-48943-2-8
Position: 24 (116 views)
Colección
Citación sugerida
Actis Di Pasquale, Eugenio, “Evolución del mercado de trabajo de Mar del Plata durante el período 2016-2022,” Repositorio Mar del Plata Entre Todos, consulta 21 de noviembre de 2024, https://mardelplataentretodos.org/repositorio/items/show/161.